El Gobierno señala que el ERE de Caixabank y Bankia hubiese sido «muy superior» sin la fusión
El Gobierno «lamenta» el ERE anunciado por Caixabank a los sindicatos, más de 8.000 despidos y cierre de una de cada cuatro oficinas, pero recuerda que sin la fusión con Bankia los despidos hubiesen sido «en un número superior». Así lo ha señalado la ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros de este martes.
Montero ha señalado que desconoce de momento las cifras oficiales del ERE de Caixabank pero que «el Gobierno lamenta» que el banco vaya a promover un proceso de despidos de más de 8.000 empleados -de un total de 44.000- cuando el Gobierno «ha hecho un gran esfuerzo» por mantener una figura como los ERTE precisamente para evitar la destrucción de empleo.
«La notificación de estos datos se ha comunicado durante la celebración del Consejo y tenemos que ser prudentes. Lo que sí vamos a intentar es minimizar dentro de nuestras opciones el alcance del ERE», ha señalado la ministra. El Gobierno tiene el 16% del nuevo banco fusionado.
La ministra Montero ha señalado que el proceso de concentración en la banca en España es necesario y que, sin él, la situación sería peor. «El proceso de reestructuración de los dos bancos por separado hubiese dado como resultado un número mayor de despidos que los anunciados», ha insistido la portavoz del Gobierno.
Los sindicatos del banco fusionado han comunicado este martes que la dirección de la entidad les ha trasladado que el número de despidos propuesto superará los 8.100 empleados, aunque la cifra puede ser posteriormente inferior durante el trámite de las negociaciones del ERE. Además, se cerrarán más de 1.500 oficinas, una de cada cuatro.
Esta propuesta de despidos se une a las realizadas por Santander, BBVA y Unicaja. Entre toda la banca, las salidas propuestas -pueden ser luego inferiores- roza las 20.000. Esto se produce justo en momentos en que, aunque la economía mejore por el avance de la vacunación, muchas empresas no podrán aguantar y cerrarán, generando más despidos.
Más despidos que aumentarán el paro y el gasto de la Seguridad Social en prestaciones, lo que originará más déficit.